Una de las causas principales, no la única, por la que un niño padece de anemia es por la pobre ingesta de alimentos ricos en hierro desde los 6 meses, especialmente de origen animal.
Por Edgar Tejada. 05 junio, 2018.
Esta semana, el Ministerio de Salud (Minsa) puso en marcha una jornada nacional contra la anemia en regiones de la sierra del país, la más afectada por esta enfermedad. Lo nuevo es que el Minsa entregará dosis de hierro a los bebés de cuatro y cinco meses; y ya no a los seis, edad en las que son proclives a desarrollar anemia si es que tienen una deficiente ingesta de alimentos. Para el Minsa esto es adelantar la prevención pero, ¿es suficiente?
Una de las causas principales, no la única, por la que un niño padece de anemia es por la pobre ingesta de alimentos ricos en hierro desde los 6 meses, especialmente de origen animal como: carne de res, yema de huevo, vísceras de res o de ave, pescado, morcilla o relleno de sangre de res.
También se produce anemia por reducción de la lactancia materna exclusiva en los primeros meses de vida y por la pobre suplementación de hierro en la gestación. Ante ello, el Ministerio de Salud ha comunicado que las adolescentes gestantes también serán priorizadas con la entrega de hierro y ácido fólico; pero, esto no bastará si las gestantes no cuentan con recursos o conocimientos suficientes para llevar a cabo una dieta adecuada para el embarazo. Si esta, aumentan las posibilidades de tener niños prematuros de bajo peso y con bajas reservas de hierro.
Otro factor importante a considerar son los sistemas de saneamiento básico e higiene necesarios. No es de extrañar que las zonas en donde más ataca la anemia sean los que carecen de sistemas de agua potable o salubridad pública, lo que pone en riesgo a los niños –principalmente– de padecer infecciones, diarreas y parasitosis.
La entrega de hierro no basta si no se consideran todas las condiciones mencionadas. Tampoco basta con monitoreos limitados o controles médicos periódicos a los niños ya enfermos. Se requiere de cambios en el sistema de salud para que todo niño sea sometido a un control médico bianual integral y se cumplan sus esquemas de vacunación de manera estricta; no se debe acudir al hospital solo cuando esté enfermo.
